Le
he visto más veces marcharse que veces quedarse. Le he visto con la sonrisa
más ancha cuando cruzaba la puerta sin mirar atrás mientras mi corazón daba un
vuelco en mi interior, suplicándome que le gritase un “quédate” pero a base de
tortazos contra el mundo, entendí, que quien quiere quedarse se queda desde un
principio, acomodándose despacio en algún hueco de tu corazón, acariciándote
como quien no quiere las heridas y abrigándote en verano aunque hiciese un
calor de los mil demonios.
Le
he visto acariciarle los hoyuelos y abrazarla como me abrazaba a mí, le he
escuchado decir las cursiladas que conseguían que mi piel se erizase e incluso
alguna que otra vez he visto como la besaba, despacio, como si el mundo se
hubiese detenido a su alrededor como lo hacía conmigo y ahora, lo hace con
ella.
Le
he podido observar desde lejos, casualidades
de la vida siempre lo ha puesto en mi camino, y siempre, le he visto
comiéndole la boca a diferentes chicas como si buscase a alguien que llenase su
vacío, el mismo donde yo una vez estuve y casi consigo convertirlo en mi hogar
favorito pero realmente, no quiere a alguien que convierta su ojos en su casa ni
quien le diga lo guapo que esta un veintidós de cualquier invierno, sólo busca
a alguien que le haga olvidar los errores que cometió conmigo, cuando se dio
cuenta que yo era quien conseguía calmar a todos sus demonios.
Le he visto
caer cuando apenas se había levantado, mirar atrás y por primera vez,
sonreírme; quería que volviese a su lado, que fuese yo quien nunca me fui, que
volviese.
He
podido sentir como su infierno le calentaba las manos y ardía por dentro,
consumiéndose con su propio dolor y yo, mordiéndome las ganas de rescatarlo. Le he visto llorar a mares, hundirse en su
silencio y caminar sin chica que pudiese sostenerle esa Tristeza que le
colgaban en las ojeras.
Le
he visto escribirle versos en su espalda, los mismos que un día tenían mi
nombre; y cómo duele cuando alguien le
dedica las mismas palabras que te dedicaron a ti a otra. Le he visto en
otras guerras que no tenía nada que ver con las que hacíamos en su cama. Y
después de tanto verle, no he podido no sentirme culpable por no ir detrás, por
no detenerle y decirle que se quedase…
“Pero a base
de tortazos contra el mundo, entendí, que quien quiere quedarse se queda desde
un principio…”
Le
he oído decir que siempre fui aquella musa que sabía cómo aparentar que era
libre y decir que él no era mi único poeta, que sabía volar sin tener alas y
reír aunque mi sonrisa estuviese más rota que cualquier plato; y todo lo dicho
mentira.
Me he visto
reflejada en sus ojos, pequeña, vulnerable y demasiado frágil, creyendo que en
cualquier momento me iba a romper en pedazos, y casi, casi, me rompo (hoy). He llorado más de lo he
debería sin saber por qué, sólo porque sentía una presión intensa, dolorosa y
asfixiante, tenía la sensación de que me falta algo, que perdía algo y no he
podido no llorar.
Le
he visto fumarse los recuerdos como si sin ellos se pudiese vivir y yo, como
siempre, me he visto yéndome con el humo que salía de su boca. Allí, es cuando
me he hundido, literalmente, viendo
como todos los versos que llevaban mi nombre se iban con el viento.
Después
de tanto observar, me he dado cuenta que nadie se queda en mi vida a no ser que
se lo pida con los ojos casi en el abismo y el corazón con la armadura
destrozada por eso, entendí, que no merece la pena ir tras alguien para quien
sólo eres “importante” en los primeros días.
(Yo me entiendo,
como siempre).
"Le he visto más veces marcharse que veces quedarse", "pero a base de tortazos contra el mundo, entendí, que quien quiere quedarse se queda desde un principio", "y cómo duele cuando alguien le dedica las mismas palabras que te dedicaron a ti a otra", "Me he visto reflejada en sus ojos, pequeña, vulnerable y demasiado frágil, creyendo que en cualquier momento me iba a romper en pedazos, y casi, casi, me rompo (hoy). He llorado más de lo he debería sin saber por qué, sólo porque sentía una presión intensa, dolorosa y asfixiante, tenía la sensación de que me falta algo, que perdía algo y no he podido no llorar", "Después de tanto observar, me he dado cuenta que nadie se queda en mi vida a no ser que se lo pida con los ojos casi en el abismo y el corazón con la armadura destrozada por eso, entendí, que no merece la pena ir tras alguien para quien sólo eres “importante” en los primeros días", "(Yo me entiendo, como siempre)".
ResponderEliminarSolo diré: INCREÍBLE.
Nunca había sentido tanta empatía hacia un texto en mi vida. Quiero decir, es como si esas palabras hubiesen sido escritas por mí misma y me ha encantado; tal vez, esa es una de las razones por las que me enganche a blogger, porque es muy parecido a twitter, a veces alguien dice exactamente lo que estás sintiendo, y creo que esta vez, ha sido mi caso.
Muy bien texto, sigue así :)
(Ya sabes que me encanta cómo escribes)
Cuídate mucho ^_^
Antes que nada, quería agradecerte el comentario que dejaste en mi blog, tus bellas palabras me motivan mucho. Y en segundo lugar quería decirte que... ¡Wow, pedazo de entrada más increíble!
ResponderEliminarHe de ser sincera y confesar que tus palabras me han llegado desde las letras hasta el alma, y has logrado hacerme sentir un montón de cosas. Supongo que será porque he sentido muchas veces algo parecido, y como has escrito una siente como si su frágil cuerpo y su débil mente no pudieran soportarlo más. En esos momentos se siente una intensa presión en el pecho y una excesiva humedad en los ojos, y resulta imposible no llorar.
Has transmitido genial esa sensación de verlo marchar e irse con otras chicas que jamás lo valorarán de la misma manera. Amores rápidos, a contrarreloj, en los que esas chicas nunca podrán hacer de sus ojos su hogar o hacerle un hueco en sus vidas. Y da rabia, la verdad, que ese estúpido por el que sigues estando loca no valore esa historia y la cambie por cualquier vulgar amor pasajero.
Pero he de decirte que él se lo pierde. En serio, no sabe la suerte que tiene de que aún le sigas dedicando palabras tan hermosas. ¡A ver que hace ahora con sus demonios, cómo va a calmarlos!
En resumen, que no quiero ser tan pesada... ¡Tienes un rinconcito FASCINANTE! Me encanta lo puro y sincero de tus palabras, lo mucho que logras destilar tus sentimientos en letras. Sin duda, volveré.
Un abrazo,
Windflower.
Dios mío, es un relato realmente PERFECTO, me encantó desde el principio hasta el final.
ResponderEliminarSin ninguna duda, pasaré de nuevo a leerte.
Un besazo <3
Texto, que nos hace recodar ese dolor cuando la persona que más creias que era el amor de tu vida resultó ser la persona que más odio en el mundo, pero sabe a olvido tu texto, de que la vida sigue adelante y todos admirarán tu gran fuerza. Te leeré seguida, tienes una nueva seguidora, espero te pases por mi blog. Un beso.
ResponderEliminarLa Fotografía de una Chica